Según cuenta la leyenda, se cree que fue construido por gigantes, concretamente, el famoso gigante guerrero irlandés Fionn Mac Cumhail, que construyó la Calzada para caminar hasta Escocia y luchar contra su enemigo escocés, Benandonner. Estos dos adversarios se llevaban muy mal, y continuamente se tiraban piedras de un lado a otro de la costa. Debido a esto, se creó una superficie de piedras sobre el mar. Un día el gigante escocés decidió pasar a la costa irlandesa y matar a su enemigo. Pero la esposa de Fionn lo vio venir y para que no encontrara a su marido, lo vistió como un bebé. Cuando llegó el gigante escocés y vio que el bebé era tan grande, pensó que su padre sería el doble de grande y huyó pisando fuertemente las rocas para hundirlas en el mar y que ningún gigante irlandés pudiera llegar a la costa de Escocia.
Y es que son muchas las historias que giran en torno a este misterioso paraje, ya que sus columnas de piedra volcánica, lo convierten en un lugar único y especial.
Las columnas de basalto se formaron por el enfriamiento
relativamente rápido de la lava en un cráter y generaron estas torres de
piedras tan singulares. La Calzada del Gigante se convierte, por tanto, en un
lugar que tendrás que visitar si te encuentras en Irlanda. Además, al estar
situada en la Costa Norte de Antrim, los
lugares de interés se multiplican: el famoso puente de cuerda Carrick-a-Rede, la
Destilería Bushmills o un sinfín de sitios geniales.
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